QAIXA propone utilizar su ecosistema de soluciones blockchain (billetera virtual, pagos digitales, marketplace) y criptomoneda (token QXA), para mitigar el impacto socioeconómico del covid-19.
La implementación de criptomoneda, provista por privados para uso público -lo cual no genera costo financiero al estado-, se podría usar en supermercados adheridos, almacenes, comercios, transporte y compras varias, pero serviría fundamentalmente para movilizar la actividad comercial, fortalecer consumo y asistir para brindar poder adquisitivo adicional a familias y salvataje a MiPyMEs.
La criptomoneda se distribuye en billeteras electrónicas (QWallet), fomentando el comercio en línea (QMarket), facilitando el teletrabajo, fortaleciendo los pagos digitales (QPay), todo ello manteniendo el postulado de “#QuedateEnCasa”.
La criptomoneda circularía con mayor intensidad entre proveedores locales, que a su vez lo podrían descargar en su cadena de insumos; también se podría aplicar como un adicional al salario -tipo ticket canasta- y para cumplimentar obligaciones con el fisco.
Este último, al recibirla, podrá volver a volcar la criptomoneda percibida en salarios, pago a proveedores y para adquirir en el market place local en una suerte de “compre provincial” o “compre municipal”.
El estado, al momento de discontinuar su uso, no requerirá abonar intereses al vencimiento -dado que no se trata de un bono o cuasimoneda emitida por el estado-, ya que la criptomoneda es preexistente al uso provincial o municipal, y continuará circulando entre privados posterior a su discontinuidad estatal.